Apoyar el trabajo que realizan los equipos médicos del Hospital Hernán Henríquez Aravena combatiendo el Covid-19, fue el objetivo que se planteó la Universidad Católica de Temuco y para ello donarán viseras protectoras, mascarillas y cubos de aislación.

La elaboración de estos estos materiales fueron destinados al Departamento de Diseño de la Facultad de Arquitectura, Artes y Diseño. En paralelo, fue necesario contar con apoyo económico y ahí la UCT encontró el apoyo de CORMA.

“Como Universidad dijimos vamos a partir con el primer pedido, pero la verdad no lo vamos a poder sostener si no tenemos la colaboración de otro socio y, por eso, acudimos al gremio que reúne al sector forestal privado que nos hizo esta donación para poder seguir construyendo estos implementos”, aclara Aliro Bórquez, Rector de la Universidad Católica de Temuco.

La donación del gremio forestal permitió alargar el proceso productivo de las mascarillas en un mes. Alejandro Casagrande, presidente de Corma Araucanía, apunta a la necesidad de que todos trabajemos juntos en el combate de esta pandemia. “Dentro de los grandes aprendizajes que nos ha dejado esta crisis es juntarnos, trabajar en equipo y entender que todos somos parte de la solución. Además, es esencial que cada uno de nosotros entienda, la importancia de la solidaridad, sobre todo hoy que estamos hablando de crisis mundial. Este aporte de Corma se suma a otros que estamos haciendo a nivel nacional y regional”.

Claudia Jiménez, directora del Departamento de Diseño de la Universidad Católica de Temuco, es una de las personas que lidera el desarrollo del proyecto junto a alumnos, académicos y administrativos con apoyo de Vicerrectoría de Investigación y Posgrado.

La directora de Diseño, precisa que la donación, sumada a lo entregado por la propia universidad, permitirá fabricar 6 cubos de aislación, cerca de 5 mil mascarillas y al menos mil viseras para el personal del Hospital.

“Armamos puntos productivos en las casas de docentes, estudiantes y de un administrativo. Actualmente, trabajamos con 8 impresoras 3D, las que imprimirán las viseras y luego, esos productos, por separado serán llevadas a las casas de alumnos donde se montarán las micas y los elásticos. Respecto de las mascarillas de tela tenemos una docente que está generando los cortes de las telas, para llevar luego a las casas de otros 3 estudiantes que tienen máquinas de coser. Para los cubos de aislación, mandamos a cortar los acrílicos a una empresa externa y luego se llevarán a la casa de un administrativo que está a cargo del taller de maderas de nuestra facultad y él los va a montar en su hogar”, explica Jiménez.

Javier Dueñas, estudiante de la carrera de diseño industrial de la UCT y uno de los que colabora en el proceso de impresión 3D, cuenta que hace unas semanas antes de esta iniciativa, ya había comenzado a elaborar viseras para vender a precio costo en Temuco.

Luego, la profesora Jiménez lo contactó para integrarlo en el proyecto de ayuda al hospital, ya que tenía parte del camino recorrido en esta ayuda contra el tiempo. “Me pidieron que me encargara de la impresión de las viseras 3D. La universidad instaló 2 impresoras más en mi departamento y envió micas y filamentos, materiales con los que estoy produciendo”.