Este martes el Senado aprobó el Acuerdo de Servicios Aéreos entre Chile y Turquía, el Acuerdo de Servicios Aéreos entre Chile y Finlandia, el Acuerdo de Servicios aéreos entre Chile e Israel y el Acuerdo que aprueba el transporte aéreo entre Chile y Qatar.
“Estos Acuerdos refuerzan nuestras relaciones bilaterales y permiten promover una mayor cooperación económica entre países, fomentando el intercambio de turistas y vuelos semanales entre nuestro país y Turquía, Finlandia, Israel y Qatar, estableciendo un marco legal moderno que favorece la conectividad de Chile con el resto del mundo”, señaló el Subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, Rodrigo Yáñez.
El Acuerdo de Servicios Aéreos con Turquía conectará a Chile con Estambul, uno de los mayores hubs a nivel mundial, además de permitir la operación regular de Turkish Airlines, uno de los principales transportistas aéreos de pasajeros y carga del mundo.
El Acuerdo de Servicios aéreos con Israel establecerá un marco jurídico moderno que permitirá a operadores de ambos países ampliar sus redes, incluyendo no solo los vuelos directos, sino que también vuelos con escalas y a través de acuerdos de código compartido.
El Acuerdo de Servicios Aéreos con Finlandia será el más abierto que Chile habría alcanzado con un Estado Miembro de la Unión Europea permitiendo un número ilimitado de operaciones hacia Europa, a diferencia de las restricciones al número de vuelos semanales que se tienen actualmente con otros países de la Unión Europea. Lo anterior, podría generar las bases para acuerdos similares con otros países vecinos, incluyendo Alemania, Francia o España, o incluso para un acuerdo global con la Comunidad Europea.
El Acuerdo que aprueba el transporte aéreo con Qatar conectará Chile con uno de los principales hubs a nivel mundial, además de permitir la operación regular de Qatar Airways, uno de los principales transportistas aéreos de pasajeros y carga del mundo.
Cielos abiertos
En conformidad a su política aerocomercial, Chile propone a todos los países una apertura total de cielos, lo que incluye la concesión de las nueve libertades del aire, además de un sistema de designación de empresas aéreas que favorece la inversión extranjera.
En la actualidad no existe un marco jurídico que regule el transporte aéreo entre Chile y otros Estados, por lo que este tipo de acuerdos viene a sentar las bases legales para el otorgamiento de derechos de carácter económico entre Estados, derivados del ofrecimiento de servicio público de transporte aéreo internacional. De esta manera, Chile permite ampliar sus redes, incluyendo no solo los vuelos directos, sino que también vuelos con escalas y a través de acuerdos de código compartido. Así se favorece la conectividad de nuestro país con el resto del mundo.
Con estos acuerdos, Chile viene a reforzar esta política que ha mantenido durante cuatro décadas, con relación a la liberalización del transporte aéreo, permitiendo una mayor conectividad aérea, ampliando opciones a los pasajeros y a los exportadores nacionales.