Por José Ignacio Palma Sotomayor – Director Nacional de Aduanas
En septiembre se conmemoraron los 20 años del ataque a las Torres Gemelas en Estados Unidos y entre los múltiples efectos que tuvo este hecho, está la adopción por parte de los países industrializado de nuevos y más altos estándares de seguridad para la cadena logística.
En este contexto, la Organización Mundial de Aduanas (OMA) creó el Marco de Normas para la Seguridad y Facilitación del Comercio Mundial (SAFE), suscrito por Chile, que luego dio paso a la instauración de los denominados programas Operador Económico Autorizado (OEA) que se han ido instalando en todo el mundo.
Este programa que es administrado por el Servicio Nacional de Aduanas comenzó a operar en enero de 2018 en el país y permite entregar una serie de beneficio operativos a las empresas que postulan y son certificados como operadores OEA: luego que sus procesos de seguridad y logística son revisados y aprobados, acceden a tramitaciones simplificadas y fiscalizaciones más expeditas, entre otros beneficios. 20 agentes de aduanas, 2 empresas importadoras, 1 empresa de correo rápido y 3 empresas exportadoras ya cuentan con este tipo de certificación.
Pero además existe otro elemento que hace aún más potente esta herramienta que busca dar mayor seguridad a la cadena logística: el Acuerdo de Reconocimiento Mutuo (ARM). Se trata de un mecanismo desarrollado por la OMA que permite que las validaciones y autorizaciones otorgadas a una empresa calificada como OEA en su país sean reconocidas como tal por otros países con quienes se firman estos convenios.
Eso es precisamente lo que pusimos en marcha Chile y China el pasado 8 de octubre, profundizando aún más nuestras relaciones comerciales y abriendo nuevas oportunidades para empresas de ambos países. La concreción de este ARM implicó un largo trabajo que comenzó en marzo del 2019 y que en julio firmamos junto al Director General Adjunto del Departamento de Gestión Empresarial de la Aduana de China, Zhang Xiuqing.
Este tipo de avances en las relaciones aduaneras con el gigante asiático, no hace más que ratificar la importancia que tiene Chile como el segundo socio comercial de China en Sudamérica, y también nos ponen a la vanguardia entre las instituciones de la región y el mundo que trabajan para fortalecer el comercio lícito y la seguridad del comercio exterior y las fronteras.