Por Alejandra Arriaza Loeb
Directora Nacional de Aduanas
El Servicio Nacional de Aduanas tiene hoy una responsabilidad enorme frente a las demandas de Chile y sus habitantes. Estamos conscientes de ello, tenemos claros los desafíos y estamos trabajando arduamente para ser más eficientes y eficaces en los roles de fiscalizar el comercio exterior, contribuyendo a la seguridad de las personas y a recaudar adecuadamente para financiar planes de apoyo para los chilenos y chilenas.
La seguridad es central. El contrabando es un fenómeno dinámico que muta permanentemente. Esto implica que las y los funcionarios de Aduanas están constantemente alertas, capacitándose, perfeccionando los sistemas de inteligencia aduanera y perfilamiento de riesgo e incorporando tecnologías para adelantarnos al crimen organizado y cumplir nuestro rol de velar por un comercio internacional seguro.
Somos clave en el Plan Nacional contra el Crimen Organizado entregado al Presidente por el Consejo Asesor del que somos parte, el que considera medidas que fortalecerán nuestro rol: este año ya logramos la asignación de 30 mil millones de pesos que se invertirán en la construcción del nuevo complejo Quillagua, estratégico para la seguridad de la Macro Zona Norte y la compra de escáner para las avanzadas de El Loa y Colchane, que junto con el fortalecimiento de la inteligencia aduanera permitirán realizar mejores controles.
El trabajo coordinado y conjunto con todos los organismos involucrados es central para ser exitosos en el cumplimiento de nuestros roles, como uno de los servicios del Ministerio de Hacienda, junto a las instituciones vinculadas a la seguridad. Innovar y modernizar el Servicio Nacional de Aduanas es un imperativo al que estamos abocados para responder a las necesidades de la ciudadanía.
Fiscalizamos para proteger a Chile y sus habitantes, cuando evitamos el ingreso de mercancías ilícitas que podrían dañar la salud, el medio ambiente y la economía, golpeamos al crimen organizado y sus mecanismos de financiamiento, aportando significativamente a una mayor seguridad para las personas.
Cuando fiscalizamos protegemos el desarrollo económico resguardando el comercio lícito, que permite que empresas y pymes, generadoras de empleo, puedan crecer.
También resguardamos el correcto pago de impuestos, evitando la evasión, recursos que permiten ejecutar planes de seguridad social en apoyo de las familias y emprendedores en ámbitos como vivienda, educación, salud, trabajo, es decir, en beneficio de todas y todos.
El desafío es grande, pero el compromiso con el país lo es más aún. Por eso seguimos trabajando para ser la Aduana que Chile Necesita.