Dada la relevancia estratégica del Terminal Marítimo San Vicente (TMSV) en el abastecimiento de la zona centro y sur del país, la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) está desarrollando un proyecto para realizar un dragado que le permita una profundidad adecuada para recibir buques de mayor carga.
Hoy el TMSV opera con naves de calados cercanos a los 12 metros, lo que impide que ingresen con su máxima capacidad. Por lo anterior, ENAP debe realizar alijes en la bahía de Concepción para que estos buques disminuyan sus tonelajes antes de acceder al terminal. Si bien estas operaciones se efectúan bajo estrictos estándares de seguridad, suponen riesgos adicionales a descargar directamente en el muelle de San Vicente, lo que se busca aminorar con este proyecto.
El objetivo es lograr una profundidad cercana a los 18 metros, lo que permitiría reducir en más de 50% los alijes, disminuyendo así considerablemente los riesgos involucrados en estas operaciones.
Actualmente, se están iniciando los estudios de ingeniería y medioambiente requeridos para este proyecto, que significaría una inversión cercana a los US$ 11,7 millones y cuyo plazo de ejecución se estima hasta el año 2024.
“Esta es una iniciativa clave en nuestro esfuerzo constante por fortalecer la excelencia y la eficiencia operacional en ENAP. Sin duda, traerá enormes beneficios para el actual proceso de carga y descarga del terminal y, por cierto, para nuestra misión estratégica de entregar el combustible que el país necesita”, aseguró Catherine Calvo, jefa del TMSV y directora de este proyecto.
El TMSV de ENAP fue reinaugurado en junio de 2013 en la bahía de San Vicente, en la comuna de Talcahuano, siendo uno de los terminales de mayor tecnología de Latinoamérica. Con una inversión cercana a los US$ 140 millones, su puesta en marcha permitió dar un salto en materia de seguridad en las operaciones de carga y descarga de combustibles de la empresa.
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