La Unidad de Análisis de Riesgos (UAR) del Departamento de Fiscalización de la Aduana Regional de Talcahuano y los equipos de fiscalizadores ejecutaron durante las últimas semanas, una serie de procedimientos para incautar mercancías de contrabando de diversos tipos y orígenes, que intentaron ingresar al país, a través de los puertos del Bio Bio.
En todos los casos, se trataba de carga de importación con productos no declarados, es decir, que venían ocultos entre otras mercancías con el objetivo de burlar los controles aduaneros y evadir impuestos, configurándose en la mayoría de los casos el delito de contrabando, tipificado en el Artículo 168 Inciso II de la Ordenanza de Aduanas.
De esta forma, en el Puerto de San Vicente se descubrieron dentro de un contenedor de 40 pies -cuya declaración decía traer 437 bultos-, 19 paquetes con 208 bancas o taburetes infantiles avaluados en US$ 2.373.
En otro cargamento que llegó al Puerto de Coronel, y para el que el importador había declarado la importación de más de 600 bicicletas y triciclos, se encontró un contrabando otras 33 bicicletas, aro 16 avaluadas US$ 1.164.
Lo mismo ocurrió en San Vicente, donde se descubrieron 10 cajas con altavoces inalámbricos de la marca Monster Torch, los cuales venían desde Estados Unidos y que fueron avaluados en US$ 1.121. En este caso, además, se logró evidenciar la indebida aplicación del beneficio arancelario TLC Chile-EE.UU. por encontrarse mercancías con otros orígenes, como China, Vietnam y Canadá, provocando con esto un perjuicio a la recaudación fiscal por el no pago de los derechos e impuestos correspondientes sobre mercancías avaluadas en US$ 7.239.
En otro procedimiento de similares características ejecutado por los fiscalizadores de la Aduana de Talcahuano se interceptó una carga proveniente de Canadá, conteniendo 45 fardos de ropa usada que no habían sido declarados.
También a partir de las alertas levantadas por la Unidad de Análisis de Riesgo, con el camión escáner se revisó un contenedor que traía, de acuerdo a la declaración de importación, neumáticos para vehículos y llantas de distintas medidas. Sin embargo, a partir de las imágenes de rayos x y su interpretación por parte de funcionarios especialista, se detectaron varias mercancías y medicamentos sin declarar y sin los vistos buenos de salud respectivos.
El contrabando correspondía 941 unidades avaluadas en US$ 1.587, dentro de los que destacan 90 dados para herramientas de distintas medidas, 60 bolsos con cadenas para nieve, 4 cámaras de vigilancia, 21 juegos de luces de navidad y 600 bolsas con pernos, además de productos medicinales como diclofenaco, parches musculares y sachet de probióticos.
La minuciosa revisión de otro contenedor permitió descubrir que entre 1.543 bultos declarados, venían escondido 7 con un contrabando de 350 unidades de musleras y set de protectores de rodillas y codos. Todas estas mercancías fueron avaluadas en US$ 2.535.
En el Puerto de Lirquén se encontraron 1.050 unidades de blanqueadores dentales de la marca Hey Smile Kit, contenidas en 21 cajas de 50 unidades cada una. En este caso, el evalúo alcanzó los US$ 28.576. Además, este tipo de productos también requieren de los vistos buenos del Instituto de Salud Pública (ISP) para poder ser comercializados en el país. Finalmente, en otra revisión se incautaron 202 cajas con 24.000 unidades de baterías o pilas AA, que imitaban a la marca Royal.
“Semanalmente controlamos y revisamos decenas de contenedores, porque existen diversas formas que usan algunos importadores para intentar ingresar contrabandos al país y generar perjuicios a las arcas fiscales. Sin embargo, la labor de inteligencia y la experiencia de nuestros funcionarios es clave para impedir que esto ocurra al detectar diversos indicadores de riesgo en ciertas importaciones”, cerró el Director (s) de la Aduana Regional de Talcahuano, Roberto Romero.