A través del Plan de Gestión de Mercancías Abandonadas e Incautadas que ejecuta la Aduana Regional de Talcahuano, se concretó a fines de octubre la destrucción de 845.542 cajetillas de cigarrillos de diversas marcas y orígenes que fueron decomisadas en procedimientos ejecutados en los puntos de control de las regiones del Maule, Ñuble, la Araucanía y Bio Bio.

Tras realizar la respectiva licitación, una empresa especializada se adjudicó la realización de esta importante acción que corresponde a una de las etapas finales de los procesos de fiscalización que lleva acabo el Servicio Nacional de Aduanas en todo Chile.

Dos contenedores de 40 pulgadas completamente llenos con más de 31 toneladas de cigarrillos fueron trasladados desde Talcahuano a Chillán, para su disposición final a través del mecanismo de barro de residuos orgánicos. Es decir, personal experto en este tipo de labor vierte químicos sobre los productos que están dispuestos dentro de una piscina especialmente habilitada para el tratamiento y destrucción.

La disposición final se realizó en un Centro Integral de Tratamiento y Disposición Final de Residuos. En piscinas especialmente acondicionadas se mezcla residuos industriales incorporando los cigarrillos, luego el resultado de esta faena es depositado en un relleno industrial especialmente preparado para recibir este tipo de material peligroso para el medio ambiente.

“Concluir los procesos de fiscalización es muy relevante, porque definitivamente se eliminan estas mercancías ilegales que pueden ser dañinas para la salud, mostrando además que el trabajo integral de Aduanas no concluye con los decomisos, sino que tiene varias etapas más, como la judicialización y las destrucciones”, explicó el Director de la Aduana Regional de Talcahuano, Claudio Cid.